Si hay algún plato que nos recuerde a las playas de Andalucía, a chiringuito, a olor a mar y a pescaíto frito, ese es el bienmesabe y como estamos en verano y algunos no vamos a oler el mar este año, pues se me ha ocurrido poner esta receta para que, por lo menos, nos consuele hasta el verano que viene.
El cazón es un escualo o tiburón que se empezó a pescar en España en la bahía de Cádiz hace algunos años. Vive en fondos de bastante profundidad y se alimenta de peces varios y de crustáceos o moluscos. Su peso puede llegar a los 50 kilos y su temporada es el verano. Su precio fresco es bastante elevado (alrededor de 30 euros), pero el que se consigue por aquí es siempre congelado y con un precio bastante más económico (no suele superar los 4 euros) aunque éste último es importado probablemente de Senegal. Tiene una carne blanca, tersa, sin espinas un poco insípida, por lo que este adobo le va que ni pintado. Se puede sustituir por mero o emperador, pero no es lo mismo.
Ingredientes (para cuatro personas)
- Dos rodajas de cazón hermosas
- 4 dientes de ajo
- Una cucharada de pimentón de la vera
- Una cucharada de orégano
- Una cucharada de cominos
- 2 hojas de laurel
- Una cucharada de sal
- 1 vaso de vinagre
- 1 vaso de agua
Para la fritura
- Harina de rebozar (si podéis encontrar harina de garbanzos, típica de la fritura andaluza, no dudéis en utilizarla)
- Aceite abundante
Le pedimos al pescadero que nos limpie el cazón, le quite la espina o hueso y nos lo parta en trozos no muy grandes. Ponemos el cazón en un recipiente de cristal y le vamos añadiendo: los dientes de ajo con su piel pero dados un golpe para que suelten aroma, las hojas de laurel partidas, el pimentón, el orégano, los cominos y la sal, damos unas vueltas. Le añadimos el vaso de vinagre (que se puede sustituir por vino blanco) y el vaso de agua, de forma que quede todo cubierto, volvemos a removerlo.
Lo tapamos y lo dejamos macerar en la nevera un mínimo de seis horas, aunque está más rico de un día para otro.
Pasado el tiempo se escurre en un colador, se reboza por harina, se sacude el exceso de ésta y se va friendo por tandas en aceite muy caliente hasta que esté dorado y crujiente. Con una ensalada fresquita de lechuga, tomate y cebolla es una comida estupenda para, como he dicho antes, comer en la playa o en casa recordándola.
Espero que os guste. Feliz fin de semana a todos.
Que buena pinta tienen estos taquitos de cazón en adobo y que buen olorcito deben de dar cuando se están friendo. Aquí en Sevilla hay un bar en el centro famoso por su adobo y cuando vas llegando a la zona te llega un aroma irresistible.
ResponderEliminarBesos.
Gracias Loli, ojalá volver a ir pronto a Sevilla y buscar ese bar. Besos.
ResponderEliminar