BIZCOCHO RAPIDO

La palabra bizcocho viene del latín bis coctus que significa "cocido dos veces". Esta doble cocción (que hoy en día no se hace) consiste en secarlos en el horno después de cocidos para conservarlos mejor. Con esta técnica lograban conservarlos mucho tiempo por lo que fueron ampliamente utilizados como alimento de soldados y navegantes.

Con lo cual quiero decir que recetas de bizcochos hay miles y es la base para multitud de preparaciones entre ellas las tartas, hay bizcochos dulces, salados... En fin, que cada uno tiene su bizcocho favorito y el mío es éste por su sencillez y por su rapidez. Es una versión del famoso bizcocho de yogur, que seguramente muchos de vosotros ya conozcáis pero valga esta entrada como recordatorio. Además como se aproxima el fin de semana podemos prepararlo para tenerlo estos días de desayuno sano y rico.

Ingredientes:

• 3 huevos
• 200 gr. de azúcar
• 100 gr. de aceite de girasol
• 1 yogur de limón (también puede ser natural pero sin azúcar)
• 170 gr. de harina
• Un pellizco de sal
• 1 sobre de levadura química royal
• 1 manzana pelada y cortada en trozos finos.

El secreto de un bizcocho esponjoso está en batir los huevos con el azúcar durante un buen rato hasta que la mezcla se ponga blanca y espesa (se pueden usar unas varillas eléctricas, la thermomix, etc). Una vez conseguido esto ir añadiendo ingredientes y mezclando al mismo tiempo cuidadosamente con una espátula: primero el aceite, después el yogur, el pellizco de sal y por último la harina tamizada y mezclada con la levadura.

Embadurnar un molde (yo prefiero un molde metálico a los de silicona pero esto va en gustos) con mantequilla o aceite para que no se nos pegue el bizcocho al desmoldarlo y verter la mezcla. Añadir los trozos de manzana y dar unos golpes secos al molde para que se distribuyan bien.

Es importante que no llenemos el molde del todo ya que subirá durante la cocción y también es importante no abrir el horno mientras se hornea ya que esto haría que se nos bajara.

Introducir en el horno precalentado a 180º durante aproximadamente 30 minutos, pasado este tiempo pinchar con una aguja en el centro del bizcocho y si sale limpia ya está y si no habrá que dejarlo algunos minutos más. Desmoldarlo cuando aún esté un poco caliente ya que así nos costará menos trabajo y dejarlo enfríar sobre una rejilla.

Espero que os guste.