domingo, 29 de abril de 2012

CUESTION DE HUEVOS

El huevo es ese alimento completo que nos saca de más de un apuro culinario, es indispensable en pastelería, en la industria alimentaria, en las tortillas de patatas, en los pudines, en rebozados, etc. Pero alguna vez nos hemos parado a pensar ¿cómo llegan a nuestras cocinas?



Investigando un poco he sabido a qué corresponden la fila de números y letras que vienen estampados en su misma cáscara y esto es lo que he encontrado: Empezando de izquierda a derecha:

El primer dígito en este caso el 0 nos informa de la manera en la que se cría la gallina
  • 0 Son huevos de gallina que están en libertad y se alimentan en el campo con productos totalmente naturales. Para su producción está prohibido el uso de medicamentos y alimentos modificados genéticamente.
  • 1 Son huevos de gallinas camperas, se crían en el suelo en granjas al aire libre.
  • 2 Son huevos de gallinas que andan por el suelo de una granja pero nunca salen al exterior y son alimentadas con piensos.
  • 3 Son huevos de gallinas que se crían en jaulas, hacinadas, siempre en el interior con luz artificial durante todo el día menos 8 horas para que dejen de comer. Las jaulas están apiladas en ocho pisos. Nunca ven el sol y nunca andan.
-La ES nos dice que son de España
-31 nos indica la provincia de procedencia.
-050 nos indica el municipio
-Y por último, el 374 es el número de la granja

Es curioso fijarse en casi todos los huevos que venden, y llevo días fijándome en todos los comercios al menos aquí en Madrid, que todos pertenecen a la categoría 3. Solamente he encontrado en Carrefour de la categoría 1 a un precio bastante más elevado (como el doble) y categoría 0 no he encontrado en ningún sitio. Es de suponer que los huevos de la clase 0 y 1 son los mejores y los más sanos.

Por otro lado está su clasificación por peso y tamaño: XL muy grandes L grandes, M medianos y S pequeños, como se puede ver coinciden con las tallas de la ropa. En cuanto a su color éste es indiferente: blancos o morenos tienen las mismas propiedades nutricionales.

Finalmente algunos consejos para su conservación son los siguientes:
  • Comprarlos en sitios de confianza y que sean muy frescos y fijarse bien en la fecha de caducidad.
  • No necesitan condiciones especiales de conservación, se pueden mantenter perfectamente en la nevera durante 7 a 10 días.
  • Absorben fácilmente olores por lo que hay que separarlos de pescados y frutas.
  • Se recomienda conservar los huevos con el extremo puntiagudo hacia abajo para que la yema quede en el centro.
  • No hay que lavarlos para meterlos en la nevera, ya que se elimina la capa superior que impide la entrada de microorganismos entre ellos la salmonela. Sí que se pueden lavar a la hora de ir a consumirlos.
  • Admiten bien la congelación aunque siempre batidos y con una pizca de sal o azúcar dependiendo el uso que les vayamos a dar.
Por último un truco para saber sin son frescos es poner agua salada en un recipiente profundo y echar los huevos con su cáscara si se van al fondo son frescos y por el contrario si flotan es que ya están viejos y pasados. A la hora de cascarlos la yema de un huevo fresco es densa y centrada, a medida que van envejeciendo la yema se va para un lado y la clara es más líquida.

1 huevos divertidos mischuminadas (6)1 huevos divertidos mischuminadas (8)1 huevos divertidos mischuminadas (55)
 (unas fotitos divertidas tomadas de la red de la página Chuminadas)

Y para terminar un truco que hago siempre: si compro huevos morenos una semana, a la siguiente los compro blancos y así siempre sé cuáles son los que llevan más tiempo en la nevera y los que tengo que consumir antes.

viernes, 27 de abril de 2012

MIGAS MANCHEGAS

Esta receta la hago, sobre todo, cuando me ha sobrado mucho pan el día anterior ya que es una forma riquísima de aprovecharlo. Una amiga me comentó, y me parece genial la idea, que en su casa las comían mucho y lo que hacía era cortar en pedacitos pequeños todo el pan del día que le sobraba, fuese mucho o poco, e irlo poniendo en una bolsa en el congelador, cuando tenía la cantidad suficiente (ellos son 5) pues ese día preparaba las migas. Es un plato contundente y calórico y desde luego no sirve para ninguna dieta de adelgazamiento, pero está buenísimo y un día es un día.
Como siempre ya sabéis que me gusta poner un poquito de la historia del plato y aquí va:

"Las migas (a veces llamadas migas de pastor) son un plato típico de pastores con el que se aprovechan las sobras de pan duro, aunque existen también las migas de harina, típicas del sudeste español. Las migas provienen quizá del cuscús magrebí; en los territorios cristianos se hacían con pan y se le echaban torreznos de cerdo para distinguirlo de la comida árabe y judía.
Son típicas en el centro y sur de la península Ibérica, principalmente en la Mancha, Murcia, Andalucía, Extremadura y Aragón, así como en la región portuguesa del Alentejo."



INGREDIENTES (para cuatro personas)
  • Una barra de pan del día anterior
  • 150 gr. de panceta o beicon ahumado
  • 100 gr. de chorizo para freír o cocinar
  • 2 dientes de ajo
  • 1 cucharadita de pimentón (dulce o picante al gusto)
  • Aceite de oliva
  • Sal.
Unas horas antes cortar toda la barra de pan en pedacitos pequeñísimos (también lo podéis picar en una picadora o thermomix pero no queda igual), colocarlo en una bandeja y salpicarle por encima un poco de agua, taparlo con un paño húmedo y dejar reposar (esto se puede hacer la noche anterior).

En una sartén poner aceite de oliva que cubra todo el fondo con generosidad, echar los dientes de ajo y cuando estén un poco dorados añadir el beicon o panceta cortado en trozos pequeños, dejarlo que se fría y añadir el chorizo también cortado pequeño.

Cuando esté todo bien frito separar la sartén del fuego y añadirle primero la cucharadita de pimentón y seguidamente el pan, darle vueltas con una cuchara de madera. Dejar cocer a fuego bajo durante 15 minutos removiéndolo de vez en cuando para que no se pegue en el fondo. Están hechas cuando hayan perdido la humedad y estén crujientitas.

En algunos lugares las sirven con uvas peladas, pasas, trozos de melón... Espero que os gusten.

lunes, 23 de abril de 2012

SOPA DE MISO Y ALGA WAKAME

Como ya he comentado en varias ocasiones, soy una enamorada de la comida oriental y en este caso de la comida japonesa y hace unos pocos días he descubierto "la pasta de miso" y el "alga wakame" y me ha sorprendido gratamente su sabor y todas las propiedades que tiene.

El Miso es una pasta fermentada hecha con semillas de soja, cereales y sal marina. Contiene enzimas que ayudan a la digestión y suministra carbohidratos, lípidos, vitaminas y proteínas, algunos sostienen que puede reconstruir la flora intestinal deteriorada por antibióticos aunque no hay ningún estudio médico que lo ratifique. En Japón se come en casi todas las comidas y es especialmente reconfortante en invierno.

Por otro lado el alga Wakame es un alga comestible que ofrece una textura suave y tierna y un sabor a mar delicado. Se puede consumir en ensalada o guisada y se encuentra deshidratada fácilmente en los herbolarios o tiendas orientales. Son ricas en fibra, proteínas, minerales y vitaminas (sobre todo hierro y vitamina C). Ambos el miso y el alga wakame son muy recomendables para los problemas digestivos y para aliviar los problemas en la menopausia.



Ingredientes: (para cuatro personas)
  • 1 litro de caldo de verduras (en este caso es importante que sea casero)
  • 1 cucharadita de algas wakame deshidratadas
  • 2 cucharadas soperas de pasta de miso
  • 50 gr. de fideos chinos

Pasta de miso y alga wakame

Preparar con antelación el caldo de verduras (en un momento de apuro puede ser de brick), poner a deshidratar el alga wakame en agua durante una hora.

Poner a calentar el caldo en una olla hasta que cueza, añadir los fideos chinos y el alga wakame (los fideos chinos los podéis encontrar fácilmente en las tiendas de productos orientales y si no también podéis usar los que venden en todos los supermercados en bolsitas creo que la marca Magi los comercializa, usar sólo los fideos no los sobrecitos saborizantes que traen).

Cuando los fideos estén blanditos, unos dos o tres minutos apagar el fuego y añadir las dos cucharadas soperas de pasta de miso y remover bien hasta que esté bien disuelto.

A tener en cuenta: la pasta de miso no puede cocer nunca ya que pierde sus propiedades y además como es muy salada no hay que echar sal al caldo.

Espero que os guste porque tiene un sabor muy agradable y aunque no es exactamente cómo la preparan los japoneses tiene un sabor muy especial y además es muy sana y, si le quitáis los fideos, tiene poquísimas calorías.

A lo mejor os interesa:
FIDEOS CHINOS
CALDO CASERO CONCENTRADO

miércoles, 18 de abril de 2012

¿COCINAR CON GAS, VITROCERÁMICA, INDUCCIÓN?

Discutiendo el otro día con unas amigas acerca de cual era la mejor placa de cocina: gas, inducción, vitrocerámica, se me ocurrió poner este post. Aunque no nos pusimos de acuerdo ya que para unas era mejor la cocina vitrocerámica, para otras la inducción, para otras la de gas de toda la vida... yo, que he usado todas, voy a dar mi opinión acerca de cada una de ellas aunque claro está, cada una tiene sus ventajas y sus inconvenientes.

Empezaré por la que durante más tiempo he usado que es la placa de gas, ésta es la más defendida por los más puristas, ya que es lo que más se aproxima al fuego tradicional, es muy rápida en transmitir el calor, se puede usar todo tipo de menaje, no son excesivamente caras y la fuente de energía actualmente es la más barata. Pero claro tiene inconvenientes y muy importantes: el principal inconveniente es la limpieza tanto de la placa como de las cazuelas utilizadas, además del posible riesgo de escape si tenemos mala cabeza, máscotas o niños o ancianos que accidentalmente pueden dejar abierta alguna llave. Supongo que las placas de gas más modernas y sofisticadas tendrán algún sistema de autoapagado, pero, desde luego, para mí es un riesgo importante.


La placa vitrocerámica, hasta ahora es la que más defensores tiene (al menos entre la gente que conozco) entre sus ventajas: son baratas, funcionan con toda clase de recipientes (barro, pirex, cobre, hierro fundido...). Son más fáciles de limpiar que las de gas (aunque hay que estar todo el día con la rasqueta) y si sabemos aprovechar el calor residual, apagando unos minutos antes el fuego, podemos ahorrar algún euro en electricidad ya que esta placa es la que más energía consume. Sus desventajas principales para mí son, claro, el gasto energético, son bastante lentas a la hora de calentar, además se van encendiendo y apagando a su antojo y, de verdad, esto acaba con mis nervios, y existe un importante riesgo de quemarse cuando parece que está apagada y todavía quema (y aquí vuelven a entrar en juego niños, mascotas, ancianos...)


La placa de inducción (que es la que actualmente uso y la que me tiene "enamorá", yo, que era una defensora a ultranza del gas de toda la vida), es ultrarrápida ya que el calor se genera directamente en la base del recipiente con lo que el tiempo de calentamiento se reduce prácticamente a la mitad comparándola con el gas o la vitro, al no calentarse las placas, las cacerolas y sartenes no se manchan y además, aún en el caso de que se derrame leche o cualquier líquido, no se pega nada y nada se queda pegorroteado, además consumen muchísima menos energía que las vitrocerámicas.

Inconvenientes: son caras, prácticamente el doble que una vitro y en algunos casos casi el triple que una de gas. Solamente se puede usar menaje de hierro fundido y por lo tanto hay que olvidarse de todas las ollas, cazos, sartenes, barro, pirex que tengamos ya que no nos van a valer, aunque he visto que venden una especie de base metálica (supongo que de hierro) que poniéndola en el fuego y encima las ollas de barro parece ser que calientan, yo no las he probado y francamente creo que no las voy a probar.

Son programables: pones la olla, marcas el tiempo y te olvidas completamente de ella ya que se apaga sola. Controlas el fuego a la perfección y son estupendas para cocinar a fuego muy, muy lento, algo que yo no conseguía en la placa de gas y para mí es superimportante a la hora de hacer una salsa besamel, unas costillas confitadas, un pescado escabechado... Y la limpieza es algo tan sencillo como pasar una bayeta húmeda y punto, nada de rasquetas ni de estropajos.

En fin, que yo creo que la cocina de inducción es el futuro y la que más se va a poner en los hogares, sobre todo cuando los precios empiecen a bajar y se vayan asemejando a las placas vitrocerámicas.

domingo, 15 de abril de 2012

CARROT CHEESSECAKE

Llevaba ya tiempo queriendo hacer un pastel de este tipo, pero como nunca me había animado y no sabía cómo me quedaría lo iba dejando, pero el otro día me atreví y aunque el resultado es mejorable (lo digo por la presentación) seguro que iré perfeccionándolo con el tiempo.

Es una tarta muy rica: el bizcocho es de zanahoria y va recubierto por una capa muy suave de queso philadelphia y azúcar (frosting). La verdad es que nos encantó y con las cantidades que doy sale una tarta no muy grande.

El original Cake de Zanahoria (Carrot Cake) tiene su origen en la Inglaterra medieval, cuando los edulcorantes eran escasos y costosos, siendo la zanahoria el vegetal que más azúcar contiene después de la remolacha. Pasó a formar parte de la gastronomía tradicional de las colonias inglesas y desde allí evolucionó hasta lo que se puede degustar en nuestros días aunque actualmente sea un postre de lo más americano.



Ingredientes

Para el bizcocho:
  • 125 gr. de harina
  • 1 cucharadita de canela
  • 100 gr. de azúcar moreno
  • 80 gr. de zanahoria rallada
  • 30 gr. de coco rallado
  • 2 huevos batidos
  • 90 gr. de aceite de girasol o mantequilla (yo usé mantequilla)
  • 40 gr. de nueces picadas
  • 1 cucharada de levadura en polvo tipo royal
  • Zumo de naranja con azúcar para emborrachar el bizcocho una vez horneado
Para la crema o frosting
  • 125 gr. de queso tipo philadelphia
  • 30 gr. de mantequilla
  • 185 gr. de azúcar glas
  • 1 cucharada de agua caliente
Tamizar la harina y la levadura y añadir los ingredientes secos: azúcar, coco, canela y mezclar. Agregar los ingredientes húmedos: huevos batidos, aceite y mezclar. Por último añadir las nueces y las zanahorias y volver a mezclar.

Engrasar un molde redondo y poner la mezcla. Hornear 30-40 minutos a 180º (hasta que al pincharlo con una aguja ésta nos salga limpia, con ese tiempo suele ser suficiente).

Cuando el bizcocho esté templado lo desmoldamos en un plato y lo partimos por la mitad de forma que nos queden dos bases de bizcocho redondas y lo dejamos enfriar. Como al hornear el bizcocho crece por arriba, al desmoldarlo dejarlo del revés, osea la parte de abajo que sea la capa de arriba porque así se queda perfectamente lisa para que luego podamos untar mejor la crema.

Mientras tanto vamos a preparar la crema de queso o frosting: En un bol poner el queso, la mantequilla derretida y el azúcar glas y batirlo bien con la batidora hasta conseguir una crema esponjosa. Añadir el agua y volver a batir.

Con un pincel emborrachar las dos mitades del bizcocho con zumo de naranja (o con cualquier licor que os guste si es que no lo van a comer niños) y cubrir una de las mitades con un poco de crema, colocar la otra mitad encima y repartir la crema por toda la superficie del bizcocho.

Aunque parece un poco trabajoso os aseguro no se tarda tanto y el resultado es una tarta muy rica.

Espero que os guste.

lunes, 9 de abril de 2012

ALCACHOFAS CON JAMON


Pues hoy, una receta de verdura, muy sana y además de temporada. El único inconveniente es el trabajo que da pelar las alcachofas, pero por lo demás es un plato muy rico y sencillo.
He investigado acerca de las propiedades de la alcachofa y me he sorprendido al ver que el beneficio de consumirlas es enorme y aquí os dejo un poco de esa información:

"En medicina natural se utilizan profusamente, las alcachofas mismas (o el jugo resultante de la cocción de sus hojas, o bien preparados a base de concentrado), para tratar la anemia, la diabetes, el estreñimiento, los cálculos de la vesícula biliar, la gota o el reúma. Además de ser digestiva, esta verdura es altamente diurética y muy rica en minerales, vitaminas y fibra. Las propiedades diuréticas y digestivas de la alcachofa, permiten que el hígado aumente la producción de bilis, que favorece la digestión de alimentos, reduce los niveles de colesterol al facilitar su expulsión del organismo y es un hepatorregenerativo, es decir, regenera las células del hígado. También ayuda a la vesícula biliar, estimulando la producción de los jugos biliares, previniendo la formación de cálculos.
Por otro lado, su bajo contenido en calorías y su efecto contra el hígado graso hace que sea especialmente aconsejable en dietas adelgazantes.
La alcachofa tiene orígenes árabes. La alcachofa es originaria de la costa mediterránea, probablemente de Sicilia o de Egipto o de las Islas Canarias."



Ingredientes:
  • 1 y 1/2 kg. de alcachofas frescas
  • 150 gr. de jamón serrano
  • 1 cebolleta pequeña
  • 2 dientes de ajo
  • Perejil
  • Un limón
  • Sal y aceite
Limpiar las alcachofas quitándole todas las hojas más duras, cortarlas en cuartos e irlas poniendo en un bol lleno de agua con limón o abundante perejil (esto es para que no se oxiden y se pongan negras). Pelar también los tallos y cortarlos en trozos medianos.

Poner las alcachofas junto con sus tallos a cocer en abudante agua salada (también se pueden cocer al vapor) durante 20-30 minutos hasta que veamos que están tiernas. Escurrir y reservar.

En una sartén poner a pochar la cebolleta en trozos muy finos. Machacar en un mortero los dientes de ajo y el perejil con un poquito de sal y añadirlo a la cebolla. Añadir también el jamón y darle unas vueltas inmediatamente poner las alcachofas y dejar cocer todo junto unos cinco minutos.



Servir en caliente bien como primer plato o como guarnición para una carne, un pescado, una pechuga de pollo a la plancha, etc. Espero que os guste.

lunes, 2 de abril de 2012

PATATAS CON COSTILLAS

Bueno, pues como siempre, parece que empezamos las vacaciones de Semana Santa con un empeoramiento del tiempo. Es algo curioso que una semana que nunca cae en las mismas fechas e incluso ni siquiera en el mismo mes que siempre se estropee y termine lloviendo y haciendo frío ¿cuál será la razón? Tendrían que investigarlo las mentes pensantes...

En fin, tendremos que disfrutarla de igual modo y pensar que hace muchísima falta la lluvia y poner "al mal tiempo buena cara".

Así que hoy se me ocurre poner una receta de cuchara para comer calentita y entonarnos un poco el cuerpo para salir a pasear, a ver procesiones, de fiesta con los amigos... Además, la podemos dejar preparada de un día para otro y así tener más tiempo libre para nuestras cosas.



Ingredientes (para cuatro personas):
  • 1 kg. de costilla de cerdo troceada en pequeños trozos
  • 3 patatas grandes.
  • 1 latita de guisantes (si tenéis la suerte de poder conseguirlos frescos mejor que mejor)
  • 1 cebolla
  • 1 pimiento verde y 1 pimiento rojo
  • 1 latita de tomate triturado (también puede ser fresco rallado, pero en este tiempo suelen estar un poco duros y yo prefiero utilizar triturado que le da más color y sabor).
  • Ajo, perejil, aceite y sal (podéis poner esta SAL AROMATICA que preparé en una de mis entradas)
  • 1 litro de caldo de verduras, o de pollo, o sencillamente un caldo preparado con una pastilla tipo avecrém.
Pedirle al carnicero que os limpie bien de grasa las costillas y os las haga en trozos pequeños para que se nos cocinen más rápidamente.

En una olla poner a calentar dos o tres cucharadas de aceite. Picar muy fino la cebolla, el pimiento verde y el rojo y ponerlo a pochar en la olla. Cuando ya esté doradito añadimos el tomate y un poco de sal y mientras se va haciendo, machacamos en un mortero un diente de ajo y perejil.

Cuando ya esté bien frito el tomate con las verduras, añadimos la costilla troceada damos unas vueltas y le echamos por encima el majado del ajo y perejil.

Pelamos las patatas, las cortamos en trozos medianos y las añadimos. Lo regamos todo con un poco de caldo, probamos de sal y lo dejamos cocer a fuego medio-lento unos 30-40 minutos. Lo vigilamos de vez en cuando y si se queda muy seco añadimos más caldo. Cuando queden dos o tres minutos le ponemos la latita de guisantes escurrida de su líquido.

Esta versión es, digamos, la versión tradicional a fuego lento y con la que, en mi opinión, quedan unas patatas con costillas superbuenas, pero si tenéis poco tiempo las podéis hacer en la olla express: haciendo los mismos pasos que os he explicado, pero cuando echéis las costillas y el caldo (1/4 de litro como máximo) tapar y contar 5 minutos desde que coja vapor. Cuando se pueda abrir la olla añadir la latita de guisantes.

Espero que os guste y espero que paséis unas felices vacaciones.
Otras recetas para dejar preparadas de un día para otro que os pueden interesar en estas fechas: